Ignacio Saraceno 
(D Schleider)
Peñarol se jugaba una final ante el Verde, pero un momento de quiebre en el partido y la firmeza visitante lo dejaron con las manos vacias.
Dolorosa e inesperada caída ante Ferro. La figura y el DT discutieron visiblemente delante de todos antes del final del primer tiempo cuando el partido todavía era tal. El incidente afectó al estadounidense y al resto. Descorazonado, el equipo fue vapuleado en el complemento.
Peñarol sufrió un golpe durísimo e inesperado. Y con consecuencias difíciles de predecir a futuro. Después de una agria discusión entre Al Thornton, su jugador más importante, y el entrenador Hernán Laginestra, perdió la brújula por completo y Ferro le endosó un 86-70 difícil de digerir.
La posibilidad de clasificar a los play-off de la Liga Nacional de Básquet se complicó, aunque sigue latente. El equipo marplatense ahora deberá vencer a Independiente de Oliva y aguardar que Ferro pierda alguno de los tres partidos que tiene en casa (el propio Independiente, Zárate Básket y San Lorenzo) o que Regatas Corrientes caiga en alguno de los dos cotejos que le restan, ambos como local.
Además, por supuesto, deberá recomponer el frente interno para seguir como antes de Ferro. Porque, más allá de que no se sepa cómo empezó la pelea, ni las distintas responsabilidades, lo que ocurrió fue lo suficientemente grave como para hacerle perder el rumbo a todos.
Antes del episodio, Peñarol no las tenía todas consigo, pero estaba en partido. Cinco puntos abajo y con todo un tiempo por jugar.
Había defendido bastante mal, es cierto. Desde el vamos. Federico Fernández, el DT visitante, acertó con asignarle a Bettiga la marca de Valinotti. El alero jugó un partidazo. Anuló al base local y tuvo tiempo de liderar la ofensiva de los suyos con penetraciones, aciertos lejanos y, siempre, mucho carácter.
Peñarol no pudo plantar defensa casi nunca a lo largo de toda la primera parte. Pero los aciertos ofensivos de Fernández y de Thornton le permitían mantener un cierto equilibrio. Hasta que, sobre el final de la etapa, Ferro seguía castigando errores, amagó el despegue y Laginestra pidió el fatídico minuto.
La pelea con Thornton fue indisimulable. El estadounidense siguió en cancha. Y también salió a jugar el complemento. Por varios minutos fue como si no hubiese estado, más allá de que al final reapareció su orgullo característico cuando ya no había vuelta atrás.
Lo peor fue que el incidente afectó también a los demás. Ferro, con paciencia y astucia, aprovechó para irse 47-38 arriba al entretiempo.
El entretiempo no maquilló nada. Peñarol salió a jugar el tercer cuarto fuera de eje. Ferro tuvo el mérito de no fallar los primeros ataques y lo terminó de descorazonar. Y al final del tercer cuarto, con un increíble 71-47, ya tenía el triunfo en sus manos ante un rival que no atinaba a tapar todos los agujeros.
La pelea y la derrota arrojaron un manto de sombra para la chance de Peñarol de jugar la postemporada. Algo que su formidable levantada merecía. Ahora vuelve a estar en manos de terceros. Y con mucho para hablar y solucionar.
Síntesis
Peñarol 70
J. Valinotti 5, V. Fernández 17, T. Monacchi 8, A. Thornton 25 y D. Simpson 8 (FI); J. Morales 7, O. Sarmiento 0, F. Tolosa 0 y G. Torres 2. DT: Hernán Laginestra.
Ferro 86
R. Gallegos 13, E. Lezcano 5, V. Bettiga 19, M. Fierro 13 y M. Luchi 13 (FI); T. Spano 7, J. P. Cantero 5, M. Barriola 8, F. Rodríguez 3 y A. Roveres 0. DT: Federico Fernández.
Estadio: Once Unidos.
Árbitros: Leonardo Zalazar, Raúl Sánchez y Franco Ronconi.
Parciales: 24-26, 38-47 y 47-71.
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