
Peñarol ganó con claridad su choque ante Zarate y sigue aguardando los resultados externos que lo lleven a Playoffs.
Sus altísimos porcentaje de tiro y el abundante caudal de gol en varias manos le permitieron una noche tranquila a Peñarol, que derrotó por 110 a 81 a Zárate Básket, y continúa con esperanzas de poder avanzar hacia la Reclasificación en la Liga Nacional de Básquetbol. Es cierto, enfrentó a un rival limitado, que además no pudo contar con su pivote titular, Julián Aprea, pero eso no le resta méritos al cómodo triunfo.
De movida, Peñarol dejó en evidencia algunas carencias del adversario, ya condenado a jugar la Permanencia ante Argentino de Junín. El “milrayitas” se mostró muy sólido en ambos costados de la cancha y estableció una amplia ventaja de 14-5 antes de llegar a los 4 minutos.
Se imponía el “tiempo muerto” de Juan Manuel Anglese, luego del cual Zárate Básket recalculó su postura. Mejoró ostensiblemente atrás y a partir de algunas modificaciones defensivas (de a ratos recurrió a la zona), al local se le comenzaron a clausurar las vías de gol, que habían tenido vertientes muy prolíficas con el tiro abierto de Lucas Andújar y las corridas de Marcus Thomas. La máxima llegó a 19-9, en los últimos 2m30s confluyeron un flojo cierre del conjunto marplatense y los buenos dividendos que entregó la voracidad ofensiva de Lisandro Fernández, un exQuilmes.
Lo que podía haber sido una transición entre cuartos bastante cómoda, generó dudas en el equipo de Hernán Laginestra e incrementó la confianza de los zarateños.
Tanto, que el entrenador visitante decidió prescindir del grandote Avery Diggs (había sido bastante productivo) en una apuesta manifiesta por oponer un quinteto más dinámico, al tiempo que profundizaba sus intenciones de defensa zonal. Peñarol perdió la línea enseguida, aparecieron esas típicas “lagunas” y la ventaja literalmente se esfumó.
Claro que la recuperó rápido porque aparecieron las “bombas” desde varias manos distintas. De inmediato, eso obligó a extender la defensa rival y aparecieron que fueron bien usufructuados con inteligencia y buenos pases. El juego regresó a su cauce original y la distancia se disparó otra vez en favor de los de Garay y Santiago del Estero (50-35), que anotaron 37 puntos en el parcial.
No atravesó por ninguna situación complicada Peñarol en el tercer cuarto. La premisa de conservar la ventaja se cumplió con creces, y hasta pudo haber aumentado considerablemente, ya que la brecha llegó a los 20 puntos, sin demasiados signos de resistencia del otro lado. Un excelente juego individual de González, la velocidad imparable de Thomas en el contraataque (aunque a veces se distrae en defensa), un positivo aporte de Roberto Acuña… Demasiados argumentos que Zárate apenas podía contrarrestar.
La visita endureció todo lo que pudo su defensa para intentar trabar a un local que casi siempre encontraba una respuesta anotadora, en especial, con el lanzamiento lejano (13 de 26, 50% en todo el juego). Y en ese aspecto volvió a destacarse Facundo Tolosa, muy importante en los últimos dos partidos. Peñarol volvió a ganar. Y mientras hay vida, hay esperanza.
Síntesis
Peñarol 110
L. Andújar 9, M. Thomas 18, L. González 16, A. Thornton 8 y R. Acuña 12 (FI). F. Tolosa 17, K. Kramer 4, F. Marín 2, V. Fernández 11, N. Chiaraviglio 5, D. Pineda, 6, G. Rossi 2. DT: Hernán Laginestra.
Zárate Básket 81
M. Trelles 13, L. Fernández 13, L. Capponi 15, P. Piñero 11 y A. Diggs 14 (FI). F. Pascolatt 8, G. Sciamanna 0, T. Delía 4, M. Ceci 3, J. Género 0. DT: Juan Manuel Anglese.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Fernando Sampietro, Roberto Smith y Emanuel Sánchez.
Parciales: 21-14, 58-43 y 83-67.
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